Las catedrales son del pueblo

Las catedrales son del pueblo

Las catedrales son del pueblo

  • Autor:
    Antonio Aradillas Agudo
  • ISBN:9788417867355
  • Categoría:Artes; Arquitectura
  • Temática:Arquitectura: edificios religiosos
  • Tamaño:150 x 210mm
  • Páginas:404
  • Idioma:Español / Castellano
  • Interior:B&N (Estándar)
  • Editorial:ACCI (Asociación Cultural y Científica Iberoamericana)
  • Código de Producto:8298
  • Disponibilidad: Disponible
  • Formato de este producto: Papel
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  • Sin Impuesto:18.27€
Sí, las catedrales son del pueblo. Y las iglesias parroquiales, también son del pueblo. ¿De quién van a ser? ¿De los señores obispos, arzobispos, por "primados" que sean y ejerzan, cabildos, canónigos, o de los párrocos, aunque hayan conseguido sus parroquias "en propiedad"?
El papa Francisco proclama con devoción y fervorosamente la "desclericalización" y "desespicopalización" de las catedrales, es decir, de la Iglesia en general, de la que ellas son "santo y seña" monumentales y privilegiadas.
Las catedrales las construyó el pueblo-pueblo. Con sus propias manos y con alguna que otra ayuda de los nobles y reyes. Con espiritualidad, devoción y piedad. Después, y como siempre o casi siempre acontecía y acontece, serían los obispos quienes las aprovecharían para ubicar en ellas sus sedes -cátedras- y, por fin, sus cenotafios o sepulcros propios o de sus familiares y amigos.
¿Serán propietarios de las catedrales los señores alcaldes y corporaciones municipales de los pueblos y ciudades democráticamente elegidos, o el Estado, cuya responsabilidad última ejercen con respeto y cuidado, al dictado de la libertad de culto y de los principios elementales de la cultura y del arte, que albergan y demandan?
Las catedrales son del pueblo. Y el pueblo-pueblo elige a sus representantes legítimos. Las catedrales no se heredan. Ni se intercambian entre sí. Ni sirven para que en ellas se entrenen sus obispos, otras para que estos sean premiados, a consecuencia de los méritos contraídos en el ejercicio pastoral, porque sí o porque así lo quiere y le apetece al Nuncio de SS. en España.
Fuera de España, y con toda legitimidad, las catedrales son propiedad del Estado. Y tal condición no obstaculiza su razón de ser "religiosa" y "lugar sagrado".


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