Hay una forma de escribir que es innata a la persona, que no se ensaya ni se busca porque sale sola. Esta forma de escribir aparece en este libro donde se mezcla la prosa poética (versos implícitos) con la poesía (en versos) y hasta con disertaciones del autor que, a modo de mini-ensayos, le buscan siempre un aliciente a los días por grises que parezcan.
Historias de lo cotidiano y una búsqueda permanente de la belleza, el amor y la felicidad. Emociones de todos los colores retratadas en episodios cortos que resumen lo vivido. Los días se suceden y las huellas van marcando un camino que a veces parece que se pierde y, al día siguiente, aparece por donde menos se espera.
Este libro describe en tiempo real una experiencia de vida, un aprendizaje a través de infortunios e ilusiones, recuerdos de amores lejanos y la dicha del momento soñado cuando, al fin, es alcanzado. En definitiva: se trata de la crónica de un viaje existencial de varios años que atraviesa diferentes ciudades y momentos personales con el aliciente de todas las personas que lo enriquecen.
Carlos Hinestrosa es licenciado en ciencias empresariales y trabaja vinculado a la informática pero, aunque su vida son los números, su verdadera pasión son las letras.
Empezó a escribir poesía casi por casualidad a los quince años (su profesor de literatura lo comparó con eso de la flauta y el burro) pero, años más tarde, ve en la poesía una forma de comunicación ideal para sus emociones y sueña ser poeta, tomando parte en varios certámenes literarios. De todos modos, no es hasta 2006 que publica sus dos primeros libros: "Mensajes", escrito entre 2003 y 2005 e incluido como primera parte en este nuevo libro "Huellas y Mensajes", y "Soplo de palabras al fin pronunciadas", que es una antología de poemas de juventud, escritos desde los veinte a los treinta años de edad, aproximadamente. También ha publicado bajo pseudónimo otros libros de poemas.