Luis Jiménez Asúa dijo en El Escorial: "La República es de nosotros". En esos días se debatía el proyecto de Constitución y él presidía la Comisión de las Cortes, que actuaba de ponencia.
Manuel Azaña el 7 de septiembre de 1932 comentó: "Ahora la escoba la tenemos nosotros". Ángel Ossorio le replicó: "yo, frente a su señoría ni ante ningún sentimiento español, jamás invocaré la escoba por mucho que la tenga en la mano y por muy fuertes que sean mis músculos".
Nosotros, ¿quiénes? ¿Para "limpiar" o para "barrer" y echar a los otros fuera y a la basura? Todo pudo ser diferente. Siempre es posible rectificar. Las victorias suelen lesionar la concordia y casi nunca consolidan una paz digna. Todo cambia y gira, pero el eje debe ser siempre una paz entre "prójimos". Clamar por ella, aun siendo vencido y exiliado, más que debilitar fortalece la razón de los pacíficos. Estos no desean conquistarlo todo, para no acabar siendo "violentos".