La energía solar térmica o energía termosolar, consiste en el aprovechamiento de la energía del Sol para generar calor mediante el uso de colectores o paneles solares térmicos. Esta energía solar se encarga de calentar el agua u otro tipo de fluidos a temperaturas que podrán oscilar entre 40º y 50º, con un rendimiento aceptable, y no debiendo superar los 80º, con un rendimiento menor. Estos sistemas vienen a reducir la cantidad de energía aportada por las energías tradicionales, haciendo que su coste, tanto económico como medioambiental, se reduzca espectacularmente. La implantación de estas fuentes energéticas alternativas, limpias, económicas y respetuosas con el medio ambiente, se hace cada vez más necesario.