LA ÚLTIMA SOLEDAD
Sentía el frío intenso de la soledad, se sabía rodeada
de vacío, nada le sujetaba a existir, aun queriendo,
nada tenía la suficiente fuerza como para servir
de asidero a la vida. Sus pasos se perdían en senderos
de duda, inútiles al final. Venía sin amor, del
desamor, de la frustración del dar sin recibir, de que
nada llegara a materializarse, que todo quedase en
humo de su imaginación.
Le encontró sin buscarle, ese encuentro que no
se sabe que lo es hasta pasado un tiempo, ese
encuentro que llega con pasos suaves, que cala poco
a poco, que te sorprende, y que acaba por adueñarse...
Le volcó su alma hasta quedarse vacía, le dio
todas sus emociones para volver a sentirlas de forma
distinta, a través de los sentimientos de él, él modificó
su visión de las cosas, le enseñó a ver la vida
con alegría, quitó de sus vivencias ese amargo sabor
a melancolía, a desengaño, a miedo...
El tiempo cobró fuerza, y el futuro empezó a
tener perfil, y lejanía...