Me duelen las alas de llevarlas bajo el abrigo, me duelen las alas de no usarlas, aplastadas bajo un millón de no puedos imaginarios que duelen como si fuesen reales. 11 Hay quien se pone reglas a la hora de soñar, quien no se atreve a desear, hay a quien le duele el fracaso mientras esboza el proyecto, existe quien asesina los sueños no natos por miedo a que no se hagan realidad. Polvo de tizaen el suelo, .en el techo y en la pared, y yo en el centro rayando las baldosas, dibujando como una loca puertas que me dejen salir de aqui. Cruel ponzoña que habitas con abandono esta orbe sorda, paseas con descuido plomizo sobre mi torpe fragilidad, quebrando mi frágil equilibrio terrenal...Esta vez se vio inevitablemente atraída hacia su lado mas oscuro, desde su interior salía a borbotones la ira como de la yugular punzada esa sangre oscura, su lado mas oscuro, el mas bajo, ese era el que había sido despertado, desatada quedaba su propia Apocalipsis. Nos engañamos para no ver el mal que nos rodea, estrechando aun mas el circulo en el que quedamos encerrados Me miento sembrando voluminosas plantas en mi terraza para no ver la polución de la que formo parte aunque no quiera. Mentiras que me hacen reír, aunque se que algún día toda mi selva morirá quedando al descubierto la verdad. Y solo podré regar mi jardín con lagrimas que conseguirán secar un poco mas mis largos juncos con la sal que le añado en esta agua...entonces el me tendera su mano y caminaremos sobre las estrellas, retozaremos en las nubes y hablaremos en la luna sobre un mundo lleno de miserias y desigualdades, de falsedad y odio, y reiremos, reiremos por que todo eso no existe. Solo palabras polvo acumulado en los hombros, un dedo de no moverme, telarañas en los ojos, dos bichos corretean x ellas de no ver, musgo en los oídos, frondoso jardín de no oír, demasiado tiempo dejándome morir, abandonada como se abandona un edificio Incidiendo en la decadencia de mi propio esperpento veo como voy dejando que se esfume el ultimo aliento de mi verdadero ser para dar paso a lo que ahora ocupa mi lugar, una especie de muñeca rota siempre sonriente y complaciente, girando sobre lo abúlico de este conformismo idiota al que estoy tan acostumbrada que no noto como con su acompasado ritmo va engulléndome para terminar despedazándome Lo mas atroz es observarme impávida ante lo que sucede, me sucede. Demasiado lejos del sitio donde quieres estar, terrible desarriego de ningún lugar desacogedor hogar hecho degris nada.