Juan Saldaña Briega titula, con acierto, a este su primer poemario editado LLORAR LÁGRIMAS DE NIEVE, jugando con ese casi oxímoron para configurar el contenido dentro del binomio amor y muerte como dos caras de la misma moneda, la cual vendrá a ser la verdad de la existencia.
El amor es el motivo de la vida que, cual hilo, hemos de ir tejiendo con lágrimas de alegrías y con lágrimas de tristezas.
La muerte será tijera -por el sutil arte de la metáfora- que interrumpe el crecimiento de la materia, pero no el existencial, el cual puede alargarse y robustecerse hasta que el olvido lo devore con sus tenebrosas fauces.
Juan Saldaña Briega (Alcalá de Henares) 1954.
Tras leer a Bécquer con 10 años, fue cautivado por su poesía, siendo en ese momento cuándo comienza a rimar los versos que vienen a su cabeza.
Nunca tuvo relación con la poesía en su vida profesional, pero siempre fue asiduo lector de los poetas del siglo de oro y de toda la poesía que iba llegando hasta él, leyendo a los poetas que incorporaban su obra a las nuevas corrientes literarias.
Se trata de un escritor silencioso que medita sobre lo que lee y adapta sus vivencias hasta convertirlas en poesía.
En palabras del autor, "los versos son latigazos que cruzan el cuerpo hasta llegar al alma". Con este primer libro quiere dejar testimonio de la soledad del ser humano.
Utiliza los dos retos más importantes que la vida nos pone como desafío, ambos le llevan al dolor y al sufrimiento, por un lado la muerte que le acaricia constantemente y que le hace reflexionar a través del recuerdo de los seres queridos, y de otra el amor convertido también en dolor, en cuanto que supone entrega y sacrificio.
Es ese dolor el que se refleja en muchos de sus poemas.