Nací hace 26 años en un pueblo de la costa de Cádiz. Desde pequeña sentí gran afición por la literatura y por la escritura, llegando a sustituir mis propios juegos por estas aficiones. Con respecto al tema académico, después de 9 años de colegio público, incluido párvulo, comprendí que la inteligencia estaba penada tanto por alumnos como por profesores, al menos en mi caso. Y es que la inteligencia puede ser muy ofensiva para quienes carecen de ella. Después de leer "El viejo y el mar",que me ayudó a soportar el temporal de un pésimo momento, pude comprender el valor de las palabras. Y quise ser partícipe de éstas. Con 14 años empecé mis estudios de bachillerato en el instituto "La Atalaya" (que nunca terminé) con el único objeto de encontrar mi camino, pero todos los caminos conducen a Roma y a mí me condujeron a la literatura. Y como la mejor educación es la que cada uno se proporciona a sí mismo y a escribir se aprende escribiendo mis profesores fueron desde Shakespeare a García Márquez pasando por Lorca, Baroja, Hemmingway y muchos otros. El 7 de enero de 1996 empiezo a escribir "Una sinfonía interrumpida", la cual me exigía un formato teatral, terminando la misma sobre el mes de mayo de 1998.¿Que porqué tardé tanto en escribirla?, pues porque desde la primera línea pretendí que la obra fuera publicable. ¿Que porqué tardó tanto tiempo esta obra en llegar a una editorial? Por tres razones: La primera, la falta de información sobre editoriales. La segunda, tenía que apartar todo lo malo de mi alrededor. Tercera, tenía que sacar fuerzas para afrontar lo que fuera. Por todo esto cabría decir: Rodríguez Reyes, escritora, a pesar de los pesares y pese a quien pese.