Unamuno creyó que creer es crear y que la fe no es creer en lo que no vimos, si no crear lo que no vemos. La fe crea. Elevó a la categoría de gloria eterna la propia vida ( con toda su carne) tal cual es, anterior a la creación.

El último libro del filósofo oriental Kitaro Nishida, "Pensar desde la Nada" dice que la actividad de nuestro yo teleologico posee autoconciencia, por eso el mundo es creador y se va haciendo infinitamente a sí mismo pasando de lo formado a lo formante. Es el mundo de la autodeterminación. Cuanto más religioso se hace el sujeto, al olvidarse de si, utiliza la razón y la emoción. Continúa Nishida que entrar en el camino de la fe consiste en que el ser humano, por propia decisión, obedezca a la decisión de Dios y entonces la fe no es una convicción subjetiva si no estar en contacto con la verdad que da consistencia al mundo histórico.

El punto de inicio de Teresa de Lisieux para adquirir la autonomía, para ver cara a cara a Dios es saberse una elegida, saberse amada y cómo este amor extraordinario es una pasión activa y contemplativa. Esa es la auténtica libertad y, como hiciera San Juan de la Cruz y Sta. Teresa de Jesús se dejó arrastrar por el amor del Señor.

Este breve ensayo nos dará pistas sobre cómo alcanzar de una forma muy sencilla lo posible imaginado y participar con el Espiritu Creador en nuestra transformación.