Isac.- Reputado científico, uno de los más grandes divulgadores de la biología genética de nuestro siglo, a cuyos célebres ciclos de conferencias que organizaba sin desmayo por todos los rincones del mundo a veces acudía alguien. Desenmascarado finalmente por un grupo de vecinos que alertó a la comunidad científica de que no solo no era biólogo sino que no tenía ni el graduado escolar y lo mal hijo que era con su madre, fue obligado a devolver todo el dinero que había ganado con los libros y los folletos y los quesos de bola que venía durante las intermedios de las conferencias, lo cual llevó a cabo trabajando durante varios años de hombre anuncio para una empresa de grifería y preparando aperitivos salados en una peña taurina muy próxima a una sucursal de Banesto.