P R Ó L O G O
La Procuradora de los Tribunales doña Remedios Ruiz Benavente atesora mucha información histórica de la Villa de Ocaña. Buena prueba de ello es cuanto aquí narra, refiriéndose al Palacio de don Gutierre de Cárdenas, cuya verdadera identidad parece estar algo difuminada por el destino actual del edificio. Ambos nos sentimos, como casi todos los ocañenses, orgullosos de este monumento. De él debiera sentirse orgullosa España entera, como sin duda experimentó esa sensación su promotor; personaje histórico singular que tan decisivamente intervino en la gestación de la unidad española. El paso del hombre por la vida es breve; las generaciones se suceden mucho más deprisa de lo que quisiéramos. Antes de darnos cuenta hemos crecido, nos hemos desarrollado. A velocidad de vértigo se van sumando los años. Los ancianos aseguran que cada vez transcurren con más celeridad ?esa es la sensación-. La realidad es que el paso del tiempo es constante; que gran parte de las cosas que hace la humanidad va desapareciendo con su respectivo autor, pero las restantes permanecen aún después de la muerte del hombre que las ha ideado y construido. Precisamente porque lo que queda es escaso es por lo que, cuando la cosa tiene algún tipo de valor, todos nos hemos de esforzar por conservarla para que pueda ser disfrutada por las generaciones venideras. En definitiva es lo que han hecho quienes nos han precedido con lo que han permitido que llegara a nosotros