LA TRAGEDIA DE ROMEO Y JULIETA
PRÓLOGO [Entra] el CORO
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CORO
En Verona, escena de la acción,
dos familias de rango y calidad
renuevan viejos odios con pasión
y manchan con su sangre la ciudad.
De la entraña fatal de estos rivales
nacieron dos amantes malhadados,
cuyas desgracias y funestos males
enterrarán conflictos heredados.
El curso de un amor de muerte herido
y una ira paterna tan extrema
que hasta el fin de sus hijos no ha cedido
será en estas dos horas
.
nuestro tema.
Si escucháis la obra con paciencia,
nuestro afán salvará toda carencia.
[Sale.]
I.i Entran SANSÓN y GREGORIO, de la casa de los
Capuletos, armados con espada y escudo.
SANSÓN
Gregorio, te juro que no vamos a tragar saliva.
GREGORIO
No, que tan tragones no somos.
SANSÓN
Digo que si no los tragamos, se les corta el cuello.
GREGORIO
Sí, pero no acabemos con la soga al cuello.
SANSÓN
Si me provocan, yo pego rápido.
GREGORIO
Sí, pero a pegar no te provocan tan rápido.
SANSÓN
A mí me provocan los perros de los Montescos.
GREGORIO
Provocar es mover y ser valiente, plantarse, así que si te provocan, tú sales
corriendo.
SANSÓN
Los perros de los Montescos me mueven a plantarme. Con un hombre o
mujer de los Montescos me agarro a las paredes.
GREGORIO
Entonces es que te pueden, porque al débil lo empujan contra la pared.
SANSÓN
Cierto, y por eso a las mujeres, seres débiles, las empujan contra la pared.
Así que yo echaré de la pared a los hombres de Montesco y empujaré
contra ella a las mujeres.
GREGORIO
Pero la disputa es entre nuestros amos y nosotros, sus criados.
SANSÓN
Es igual; me portaré como un déspota. Cuando haya peleado con los
hombres, seré cortés con las doncellas: las desvergaré.