PROLOGO POR EL PROF. DR. MARTÍN ALMAGRO BASCH DIRECTOR DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL

DESDE hace años hemos procurado que la investigación arqueológica española estuviera presente en el campo de la Egiptología. En diversas ocasiones nos ha dolido como arqueólogo y como español el que nuestra patria estuviera ausente en esa noble y apasionante aventura de la Arqueología internacional que en el siglo XIX nos descubrió tantas civilizaciones apenas conocidas y que supo llenar salas enteras de los grandes museos de Europa y luego de Norteamérica. Siempre nos parecerá que está justificado cualquier esfuerzo que hagamos por incorporarnos a las tareas permanentes de la Arqueología sobre todo en las regiones del Mediterráneo Oriental, cuna de nuestra cultura. Por ello, de diversas maneras y por diferentes caminos, con sencillez y sin ninguna ambición personal, hemos procurado prestar ayuda a cuantos investigadores mostraron interés porque la cultura española a través del esfuerzo de nuestros arqueólogos se enriqueciera con cuanto el Egipto antiguo ofrece como cantera eterna de enseñanzas históricas, artísticas, técnicas y de sugestiva profundidad humana. Los frutos logrados han sido diversos.
Más o menos divulgados unos, más o menos valiosos y atractivos otros, no vamos ahora a exponerlos ni a resumirlos. Para mí como arqueólogo y profesor universitario lo único que me importa señalar es que no he abandonado esta noble ambición y a cuantos investigadores españoles he hallado en mis relaciones universitarias y museísticas que deseaban incorporar su actividad a los estudios faraónicos los he procurado empujar hacia esta empresa cultural y científica en la que creo España debe estar presente aportando el esfuerzo de sus estudiosos a este sugestivo campo de la Egiptología al lado de cuantos en el mundo cultivan esta ciencia tan popular como atractiva. Dentro de esta preocupación, he podido ver con satisfacción cómo un especialista en Rayos X y apasionado investigador de los ritos funerarios del mundo de los faraones, D. Esteban Llagostera Cuenca, ha podido llevar a cabo el estudio radiológico de las momias egipcias que el Museo Arqueológico Nacional conserva y que tan populares han sido siempre entre los visitantes de nuestro Museo. Las momias egipcias de Madrid y los interesantes y vistosos sarcófagos que con ellas formaban una unidad museística, han sido sometidos durante algunos años a procesos urgentes de conservación y conso-lidación que eran ya imprescindibles. Ello exigió apartarlas de las salas de exposición donde se exhibían ciertamente en condiciones poco aceptables. A ello obligó también las obras de reorganización a que está siendo sometido todo el Museo Arqueológico Nacional. Tras las obras de mejora de sus salas, las momias egipcias y los sarcófagos faraónicos de rica y expresiva ornamentación, se exhiben ahora en nueva y más digna instalación que se ha preparado para tan interesantes restos de la Antigüedad.
Estamos seguros que pronto van a recobrar el interés de que siempre gozaron y para su debida valoración cultural podemos ofrecer al público que se interesa por el tema de los ritos funerarios del mundo faraónico, este estudio científico que viene a valorar las momias egipcias del Museo Arqueológico Nacional, pues ahora aparecen más autentificadas e incluso enriquecidas en su valor histórico y arqueológico gracias a los avances de la técnica y al manejo de la misma y cuyos brillantes resultados se nos ofrecen en las páginas que siguen.