JORNADA PRIMERA.
Campo delante de una quinta.
ESCENA I.
CARLOS Y JULIO, con alforjas, vestidos de villanos.
CARLOS. Necio, ¿qué me quieres?
JULIO. Her
de ti lo que hará mi padre:
por la leche de mi madre
que esta vez te ha de moler.
CARLOS. Harto, necio, me molió
en darme un hermano tal.
JULIO. Pues bestión, bruto, animal,
¿sois más sabiondo que yo?
CARLOS. Ya a cólera me provoco;
calla, Julio, o te daré...
JULIO. calla, Carlos, o te haré...
CARLOS. ¿Qué harás, necio?
JULIO. ¿Qué harás, loco?
ESCENA II.
GILA.-DICHOS.
GILA. ¿Qué es esto? ¿sin resistillo
siempre heis de gruñir los dos?
JULIO. Déjame, Gila, por Dios;
que vengo hecho un cocodrillo.
GILA. ¿Qué traéis?
CARLOS. La lema cansada
de gruñir por el camino.
JULIO. Puerco, vos sois el cochino.
GILA. Pues ¿qué traéis?
JULIO. No traer nada:
los dineros, siendo ajenos,
de la leña que ha llevado,
en libros se los ha echado.
GILA ¿En libros?
JULIO Ni más ni menos.
GILA. Pues ¿qué libros fue a comprar?
JULIO. Qué sé yo; uno es muy grande:
Envidio, De arte mamandi
para hartarse de mamar.
CARLOS. ¿Sabes tú lo que es?
JULIO. Sabido
Si no hay cabra, mala cholla;
¿qué cuido ha de hacer la olla
con ese Envidio cocido?
CARLOS. Si yo este libro antepongo
al comer, ¿has de impedillo?
JULIO. ¿No era mejor un librillo
para hacer, Gila, mondongo?
GILA Tiene razón.
CARLOS. ¡Qué ignorante!
GILA. ¿Que esto traéis toda la vida?
CARLOS. Para limpiar su comida,
una criba ¿no es bastante?
JULIO. ¿Qué llama criba?
CARLOS. El exceso
de tu ignorancia te ultraja.
JULIO. Pues digo, ¡como yo paja?
¿bestia seré, según eso?
CARLOS. Claro es.
JULIO. ¡Bestia! Haré teatro
de venganza.
GILA. Déjalo.
JULIO. No hay dudar, llamómelo
como tres y dos son cuatro.
¡Bergantón!
CARLOS. Pues no des voces,
y llega.
GILA. Julio, detente
JULIO. pues so bestia, al insolente tengo de moler a coces.