JORNADA PRIMERA
CALLE DE LAS INFANTAS.-NOCHE
ESCENA PRIMERA
DON FÉLIX Y MANZANO, de camino.
MANZANO¡Jesús, Jesús!
DON FÉLIX ¿Qué te espantas?
MANZANOAún no creo que aquí estés;
¿Que éste es Madrid? ¿que ésta es
la calle de las Infantas?
¿Es posible que ya andes
Por tierra que anduvo el Cid?
Dios me conserve en Madrid;
Que para mí no hay mis Flandes.
DON FÉLIXAsegúrote, Manzano,
Pues ya sabes lo que pasa,
Y que me vuelvo a mi casa
Por la muerte de mi hermano,
Donde, si su muerte lloro,
Hallar por alivio puedo
Un mayorazgo que heredo
Y una dama a quien adoro,
Que en Flandes contento estaba,
Y agora conozco yo
Que aquella escuela me dio
Todo lo que me faltaba;
Porque, aunque la corte encierra
Caballeros muy perfectos,
Sin saber de los efectos
De la escuela de la guerra,
Según lo que considero
Que ella en mi pecho ha labrado,
La milicia es quien da el grado
A un perfecto caballero.
MANZANOFuerza fue que allí aprendieses
Cuatro mil caballerías,
No dormir en cuatro días,
No desnudarse en dos meses,
Andar siempre a la aspereza
De agua, nieve o hielo impío;
Bien es verdad que este frío
Se resiste con cerveza,
Con que queda acostumbrado
Un hombre, con tal sustento,
A andar siempre muy hambriento,
Muy roto y desaliñado,
Afligido, sin dinero,
Siempre imaginando flores,
Que son las partes mejores
De un perfecto caballero.