La poesía es abrigo y refugio contra la insoportable intrascendencia con la que nos apuñala la frialdad del tiempo.
En este libro giran los poemas, en libertad, en el universo de fascinación en el que se convierte la existencia paradójica de un actor de su propia vida. Su amor correspondido emite vibración y credulidad. Pero también es capaz de convertirse en oropel y en negación en el lecho del engaño y del abandono.
Vive un mundo extraño, fantasioso, absurdo a veces; un mundo de presencias y de ausencias; persistente y por eso humano; puede que disimulado y disperso.
Quizás nos parezca afectado o insensible; verdadero o falso; carnal o etéreo; real o imposible; crédulo o nihilista.
A fin de cuentas la poesía es la vertiente de la colina en la que sobrevive esa otra realidad en la que reside el amor singular.